La dependencia energética del petróleo es determinante en que sea esta materia prima la que más impacto tiene en la economía. Vivimos un momento especial en la historia de la comercialización de este recurso esencial.
Después de crecimientos continuos del barril que lo sitúo a partir del año 2004 en una loca carrera por alcanzar los 200 dólares ahora después de una fase más calmada vivimos una fuerte caída. Que puede dejar la cifra anterior en una décima parte.
Precio variable por culpa de la incertidumbre
El mayor enemigo de la economía es la incertidumbre. Y aunque estos precios beneficien a países no productores, pero muy dependientes de esta fuente de energía, los efectos graves que provocan en los productores también tienen consecuencias globales.
De prolongarse esta situación muchos países tendrían que cerrar sus pozos petrolíferos por un tiempo pues los gastos de explotación no se cubren con estos precios de mercado. La economía seriamente comprometida de estos países afectaría al crecimiento global y pondrían en peligro las inversiones extranjeras realizadas en ellos.
La labor reguladora que tienen los precios en las economías de mercado quizás no se muevan con la velocidad adecuada para no dañar la economía global. En la teoría de juegos la suma de estrategias exclusivamente provechosas individualmente puede llevar como consecuencia para todos un perjuicio general. Queda encontrar una solución para evitar entrar en este peligroso juego.